Ahora que nos encontramos frente a la temporada invernal, donde a pesar de los esfuerzos humanos, la naturaleza, nos ha reducido drasticamente el espacio para la producción y habitad, debemos razonar y rediseñar nuestro modelo de producción agricola, utilizando mejor el terreno disponible para esta actividad. Pero primero demos un vistaso a algunas cifras:
Israel, tiene una población de 7.59 millones de habitantes, es decir el 18% de la población Colombiana.
Tiene una diversidad de clima que varia entre 38 y 40 tipos, lo que hacen que la mayor parte del territorio sea desertico en algunas regiones la temperatura alcanza los 50°C.
La superficie de israel es de 22.200 Km cuadrados ("% de la superficie colombiana); la de colombia es de 1'141.100 Km cuadrado.
Las precipitaciones en Israel, son de aproximadamente el 8% en comparación con Colombia
La hidrográfia es tan solo del 23% de densidad en comparación con la colombiana.
Con esa riqueza Colombiana, tan solo alcanza el puesto 25 en promedio, de la producción mundial agricola, mientras que Israel ocupa el puesto 22 de la misma clasificación.
Esto significa, que si Colombia, generara un modelo agricola como el que posee Israel, la producción de nuestro país, sería aproximadamente del 1900% en comparación con la actual producción.
Una de las razones, es la subutilización de nuestros suelos, mientras en Israel por ejemplo, utilizan un terreno desertico y lo convierten en fertil y apto para la agricultura; en colombia convertimos un terreno fertil y apto para la agricultura en un terreno desertico.
Para mencionar solo un ejemplo, nuestros productores de ganado, utilizan grandes extensiones de tierra, dañando los ecosistemas, fuentes hídricas, fauna y flora, para alimentar una vaca, producir 5 litros de leche o una libra de queso.
Mientras esto sucede, muchas personas quedan desocupadas, desplazadas a las ciudades, ubicadas en terrenos de alto riesgo, damnificados por las olas invernales, aumentando la actividad comercial de revender e intermediar y aumentando los precios de los alimentos o sufriendo para conseguir el propio.
Tomemos en cuenta la siguiente referencia: si compro una finca de 100 hectáreas y la utilizo en potrero, en promedio anual, puedo producir los siguientes resultados:
200 cabezas de ganado
500 litros de leche o media tonelada de queso
3 empleos directos
1 empleo indirecto
Si el mismo terreno, lo utilizo para la ganadería, pero lo hago utilizando en pasto de corte o forraje el 50% del área, podré producir las siguientes cifras:
1420 cabezas de ganado al año
7100 litros de leche o 7 toneladas de queso
58 empleos directos
26 empleos indirectos
Además veamos las siguientes diferencias:
Con potrero se pierde gran parte de la vegetacion que existe, con el forraje se conserva y fomenta
El potrero hace cada vez más árida la tierra, el forraje produce desechos utilizables en la producción de abono orgánico.
El potrero seca las fuentes hidricas, el pasto de corte conserva el agua
El potrero destruye los ecosistemas, el pasto de corte genera espacio para su recuperación
La lista de beneficios es infinita, pero lo importante es generar una reflexión frente a la necesidad de cambiar nuestros metodos de producción, que así como el caso de la producción ganadera, en todos los campos se viene subutilizando nuestra riqueza, perdiendo una enorme oportunidad de producción y alimentación.
